Permanece muy quedo y deja a un lado todos los pensamientos acerca de lo que eres y de lo que Dios es; todos los conceptos que hayas aprendido acerca del mundo; todas las imágenes que tienes acerca de ti mismo. 2Vacía tu mente de todo lo que piensa que es verdadero o falso, bueno o malo; de todo pensamiento que considere digno, así como de todas las ideas de las que se siente avergonzada. 3No conserves nada. 4No traigas contigo ni un solo pensamiento que el pasado te haya enseñado ni ninguna creencia que hayas aprendido con anterioridad sobre cualquier cosa. 5Olvídate de este mundo, olvídate de este curso, y con las manos completamente vacías,
(L.189 7. 1-5 UCDM)
ven a tu Dios.