Si me defiendo he sido atacado. Más en mi indefensión seré fuerte. Y descubriré lo que mis defensas ocultan.
(UCDM L.135.22:4-5)
Ésta es mi Pascua Florida. Y quiero conservarla santa. No me defenderé, pues el Hijo de Dios no necesita defensas contra la verdad de su realidad.
(UCDM L.135.26:6-8)