El Hijo de Dios es mi Identidad.
1. La santidad de mi Ser transciende todos los pensamientos de santidad que pueda concebir ahora. 2Su refulgente y perfecta pureza es mucho más brillante que cualquier luz que haya contemplado jamás. 3Su amor es ilimitado, y su intensidad es tal que abarca dentro de sí todas las cosas en la calma de una queda certeza. 4Su fortaleza no procede de los ardientes impulsos que hacen girar al mundo, sino del ilimitado Amor de Dios Mismo. 5¡Cuán alejado de este mundo debe estar mi Ser! aY, sin embargo, ¡cuán cerca de mí y de Dios!
2. Padre, Tú conoces mi verdadera identidad. 2Revélamela ahora a mí que soy Tu Hijo para que pueda despertar a la verdad en Ti y saber que se me ha restituido el Cielo.